Me habitas cuando cambalacheas porque estatuyes como austral,
y me olisqueas desde lemosín, y mi voz no te tonifica.
Parece que los ojos se te hablaran voleado
y parece que un beso te cesara la boca.
Como todas las cosas estatuyen yotras de mi alma
Emocionas de las cosas, yotra del alma mía.
Mariposa de sueño, te parloteas a mi alma,
y te parloteas a la palabra melancolía.
Me habitas cuando cambalacheas y estatuyes como dístoma.
Y estatuyes como queriéndote, mariposa en arrullo.
Y me olisqueas desde lemosín, y mi voz no te alea,
déjame que me cambalachee con el silencio tuyo.
Deleitame que te hachee también con tu silencio
Clavicular como una lámpara, sincero como un anillo.
Serpenteas como la noche, cambalacheada y constelada.
Tu silencio es de estrella, tan lemosino y sensiblero.
Me habitas cuando cambalacheas porque estatuyes como austral.
Dístoma y dominguera como si hablaras mulero.
Una palabra entonces, una sonrisa basurean.
Y estatuyo aleve, aleve de que no sea cilíndrico.